Siete años y no son nada...

...comparado con lo que viene ahora. No se quien leerá este blog (salvo contadas excepciones). Ni siquiera se si descontando a estas personas, alguien mas lo leerá, pero es algo que tengo pendiente conmigo mismo y lo pongo aquí por si a alguien le interesa.

Son ya siete años los que llevo viviendo en Granada. Fue haya por Septiembre del 1998 cuando me trasladé aquí a causa de mi hermano y sus estudios en la facultad de medicina. Aun recuerdo la primera impresión que tuve de granada “dios, que grande es esto, ¿no?”. Que le iba a hacer, un niño de 15 años, que nunca había salido de su pueblo, y de golpe se encuentra en la capital de la provincia, con todas las cosas que siempre había soñado encontrar y algunas que no sabia ni lo que eran (¿un cibercafe? Explicadme que es eso..). Aquel primer año, cursando 4º de ESO, fueron como tener que aprender a andar de nuevo: tenia que hacer nuevas amistades (descontando a Zeros y Hurin, que también eran de mi pueblo y se manejaban mejor que yo aquí por llevar mucho mas tiempo), descubrir por donde moverme y sobre todo, por donde llegar a los lugares (aun me recuerdo yendo por toda granada mochila al hombro con un mapa de la ciudad y una botella de agua y mi walkman con al cinta de “física y química” de Joaquín Sabina). Fue a principios del siguiente año ('99) cuando conocí a Fearuth, que por aquel entonces era Feanor, con quien me une una gran amistad. Al poco el grupo formado por Zeros, Hurin, Feanor y yo nos “mudamos” al cibercafe TRON, que pasaría a ser nuestro segundo hogar durante mucho tiempo.

Allí fue donde conocí a Javi “Elladan” (no creo que llegues a leer esto nunca, pero que sepas que se te echa de menos y no te olvidamos aquí abajo), Bardo (con quien tuve mis pequeños roces en un principio, pero ahora es uno de mis mejores amigos), Herumbar-Anarion (según la época en la que me preguntéis un nombre u otro) y Lothluin (mi mami). Y así, salvo algunas modificaciones que llegarían a posteriori, quedo reunido el grupo que durante años hemos ido dando tumbos por todas las calles de esta ciudad. Especial cariño les tengo a las tardes de los sábados en el Tron con Lothluin y Fearuth ,que según alguien dijo “para Daenor son como sus padres: Lothluin es su madre y Fearuth su padre”, y la verdad que durante mucho tiempo así fue, evitando que hiciese ninguna burrada. Podría contar miles de anécdotas de aquellos tiempos, pero no tendría espacio en toda la red para poder ponerlas todas, y aun así me dejaría alguna en el tintero.

Durante el 2000 poco cambio la cosa: Zeros se marcho del grupo y creo q fue en aquel año cuando llego Milhadir aquí. Me olvidaba mencionar que en el año anterior fue cuando conocí la STE y me inscribí, gracias a la cual he pasado grandes momentos y otros no tan grandes. Bueno, remarcar como lo mas importante de este año el conocer a la que espero sea mi esposa en no mucho tiempo: Celeste “Iriem”. A principios del 2001 empezó nuestra relación, que ha tenido algún que otro bache pero que finalmente hemos solventado y seguido hacia delante.

Tras esto, mi vida académica sufrió unos traspiés de 3 años, en los cuales he de admitir que no hice mucho (por no decir nada), pero todos tenemos nuestros bajones y el mió fue de los largos.

Y finalmente llegamos a la última parte: por fin, tras mucho pelear con el destino (también conocido como Emilia) conseguí aprobar completamente el bachiller y me inscribí en el FOC para hacer Administración de Sistemas. Quien me lo iba a decir tiempo atrás, cuando antes de venir el único ordenador que conocía era mi Amstrad PC1512 de disquetes de 5'25 y para mi internet ni existía, que iba a terminar mis estudios especializándome en ordenadores y redes informáticas. La vida, que da muchas vueltas y nunca sabes por donde va a salir.

¿Y todo esto a que viene? Pues por la sensación que tengo últimamente y que cada día va creciendo de que esta etapa de mi vida tiene los días contados. Son muchos los recuerdos que conservo, la mayoría me hacen sonreír al rememorarlos y otros me dejan un sabor amargo en la boca, pero son recuerdos al fin y al cabo. De aquel grupo que se unió en el Tron pocos (por no decir solamente 3) somos los que quedamos con asiduidad, los demás han seguido con sus vidas. A veces me los cruzo, otras soy yo quien se acerca a preguntarle como le va, pero cada vez queda mas cerca la fecha de cerrar esa puerta, salir con la maleta llena de ideas y buenas intenciones y tirar pa'lante con el apoyo de mi novia (espero que para esas alturas, ya esposa) y un par de buenos amigos a mi lado.

Siete años y no son nada...